
Termografía
del método TIRS
La herramienta de control científico que permite analizar el tejido a tratar y la eficacia del tratamiento: la termografía del Método Tirs es la herramienta fundamental que todo operador puede utilizar para realizar el tratamiento de belleza.
La herramienta que convence
La termografía está compuesta por placas dotadas de cristales líquidos microencapsulados, capaces de cambiar de color en función de la temperatura con la que entran en contacto. Colocando las placas sobre el cuerpo, gracias a la variación cromática, es posible detectar la presencia, incluso de forma precoz, de celulitis, distinguiéndola de la adiposidad localizada.

El diagnóstico estético
La evaluación del tejido es el punto de partida de cualquier tratamiento con el Método Tirs. La situación inicial del cliente nos permite elegir el mejor tratamiento posible para conseguir el mejor resultado. Es con el diagnóstico que se puede realizar un razonamiento clínico estético: a través de los resultados de la termografía será posible entender qué protocolo aplicar y dar el mejor consejo al cliente.
La evidencia de la termografía
El aporte de sangre al tejido se pone de relieve mediante la termografía de contacto del Método Tirs: se resaltan las zonas fibroescleróticas, permitiendo al operador profesional elegir el mejor protocolo.


La garantía del resultado
Dentro del método TIRS, la termografía también se utiliza como herramienta de control científico. Al finalizar el ciclo de tratamiento se realiza nuevamente una termografía para medir el resultado obtenido. Después de sólo unos pocos tratamientos con el método TIRS, para gran asombro del cliente tratado, la termografía de contacto muestra siempre un rejuvenecimiento y regresión del tejido adiposo. La microcirculación se reactiva y el aporte sanguíneo es más amplio y homogéneo.
¿Por qué utilizar siempre la termografía?
Al resaltar el tejido adiposo desde las primeras etapas, la termografía permite convencer a cada cliente de la importancia de un tratamiento. Más allá de la parte comercial, la Termografía es fundamental para elegir el tratamiento a realizar. De hecho, tener la posibilidad de analizar, al inicio de cada protocolo, las zonas a tratar, permite una mayor eficacia en los resultados: el masaje se concentrará en las zonas más complicadas y el problema se abordará de inmediato.
Al trabajar sobre las capas internas de la dermis, la Termografía se vuelve aún más esencial: aunque los resultados serán visibles al final del tratamiento incluso a simple vista, la microcirculación y el flujo sanguíneo serán resaltados por las placas, demostrando así científicamente el resultado.



La herramienta suministrada con el método Tirs
La termografía del método Tirs se presenta en forma de una caja rígida que contiene las placas en su interior. La recogida de datos precede a la utilización de la Termografía, que permitirá poner de relieve las zonas fibroescleróticas nada más colocarlas: el resultado se cruzará con los datos recogidos durante la consulta. Para entender cómo utilizar la Termografía, el Método Tirs incluye numerosos vídeos en streaming pero también consultas personalizadas dentro de la formación.